Otro domingo que diré buenas tardes al despertar

3:22am pensé en escribir algo por primera vez en 2019. 3:43am decidí empezar. Pasaron 21 minutos en los que se fue volando un gramo de mi alma en cada uno de ellos, una consecuencia hermosa.

¿Es esta la parte de la noche donde el agobio me consume hasta que duerma? no, aún no. Por ahora repasaré seguramente los errores de mi día, lo que hice mal, lo que debi haber hecho y me empezaré a dar baños de arrepentimiento por no tener una buena sensación y por sentir frío en los pies.

Un par de pies tibios podrían quitar la ausencia de calor a los míos, pero me gusta auto sabotearme ese menester de satisfacer mis necesidades temporalmente, me gusta evitarme vivir con ese miedo al abandono y echar a las personas de mi vida antes de que ellas lo hagan conmigo.

Por eso no las llamo, por eso no les escribo, pues incluso antes de que lo haga ya se la razón por la cual les echaré de mi vida antes de que me lo hagan a mi. Por eso llegó a las 3:47, para darme cuenta que apague el televisor a destiempo, pues crei que dormiria y no lo hago.

No hay ruidos, no hay luz, sólo silencio y abandono. Todos los días son domingo a las 3:47 para mi. Todos los días no estás. Todos los días ya te fuiste y todos los días te pongo los rostros y los nombres que has tenido por casi 20 años, ningún nombre y ningun rostro ha sido el correcto para poder al fin definirte. Todos han sido nombres incorrectos o máscaras que aún no me hacen saber quién eres. 3:51, creo que dormiré.

Comentarios

Entradas populares