La Mala Costumbre

En verdad confundí la costumbre con el cariño o el amor. No estoy enamorado, solo me había aferrado a la costumbre de verte, quizá no te amo solo te extraño. Pero no quiero extrañar a la costumbre, no quiero acostumbrar a extrañar, no quiero amar porque lo necesite o este acostumbrado.

Así lo veía, así me sumí en una pequeña vorágine de emociones, en una pequeña depresión. Tristeza que quizá se fundió en la confusión y en la mala interpretación de emociones jodió todo lo bueno, perdón se me descompuso el traductor de comportamiento ajeno, todo perdido en el intento de satisfacer la necesidad de sentirme amado o quizá por solo saciar la costumbre de vivir enamorado.

Sin duda te volviste importante en esto que llamo vida, en ese mar de olas de constante vaivén de personas que forman parte de mi biografía. No te amo, no te quiero, no te necesito, no eres lo único pero pintas para serlo, o al menos eso parecía hasta que la tinta hoy se acabó.