Acompañantes

Ya no me siento sin compañía o apartado, ahora tengo quienes permanezcan a mi lado, tengo al silencio, la soledad y la locura, también tengo a la madrugada y a la amargura. Ahí viene el sufrimiento de la mano trae a sus hijos, nada mas y nada menos que los recuerdos en sus distintas presentaciones.

A la reunión se suma el arrepentimiento con su esposa la duda, ambos no sabían si venir pero como tantas otras veces ahora están aquí, ahí a lo lejos se ve la esperanza, indecisa a entrar porque por lo regular solo entra y enseguida se va porque nunca puede encajar, en su marcha con ella se va la felicidad que ni siquiera lanza mirada hacia atrás con intenciones de regresar.

La ilusión esta renuente a entrar, y aunque se decida a pasar la realidad siempre le impide ingresar. Allá a lo lejos, estas tú, no se como nombrarte, creo que eres un sueño, y yo una vez mas no quiero seguir durmiendo.

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